Pasar al contenido principal

Exposición

Sade

La libertad o el mal

«Sade» explora las implicaciones estéticas, filosóficas y políticas del legado del escritor libertino Donatien Alphonse François Sade (1740-1814) en la cultura contemporánea.

Durante su vida, Sade sufrió la represión, la prisión y la censura, y escapó por poco de la guillotina; estuvo en la prisión durante veintisiete años y terminó su carrera montando obras de teatro en el manicomio de Charenton, a las afueras de París. Sin embargo, el redescubrimiento y la publicación de sus obras en el siglo XX hizo que nuevas generaciones de escritores y artistas adoptaran su filosofía transgresora y su mensaje revolucionario como un medio de liberación de las normas sociales y de la moral. Es un personaje polémico, revolucionario y liberador para unos, o pernicioso y corruptor para otros. El dilema es si leer Sade como un filósofo a quien hay que interpretar seriamente o como un novelista que se limita a construir fantasías extremas. Para superar esta contraposición, podemos considerar que Sade nos propone un desafío: por la vía de la ficción, nos invita a imaginar los límites y los peligros de la soberanía del deseo. Sirviéndonos de guía o mediador, nos lleva a preguntarnos si sus escritos representan una filosofía de la libertad, emancipadora y subversiva, o una filosofía del mal, que muestra la dimensión excesiva y violenta de la experiencia humana.

El tema de la exposición son las múltiples resonancias y encarnaciones de un icono cultural controvertido, y remite a las distintas formas de leer el legado de este autor. A través de la recepción de las obras de Sade por parte de artistas e intelectuales y de su presencia en la cultura de masas, constatamos el impacto de sus po­lémicos escritos. La abundante producción cultural que se refiere directa o indirectamente a Sade es un síntoma de la fascinación, incomodidad y ambivalencia que sus ideas provocaron en el siglo XX, de su potencial sub­versivo y de la medida en la que sus escritos resuenan aún hoy en día. La exposición invitará al público a revisar estereotipos, como los asociados al término sadismo, y a reflexionar sobre cómo Sade puede provocar conmo­ción y horror, de un lado, ser aclamado como la perso­nificación de la revolución, de otro, y encontrar al mismo tiempo expresión en múltiples aspectos de la cultura contemporánea.

La exposición rastreará el giro hacia las ideas transgresoras de Sade en momentos de cambios socio­históricos y crisis a lo largo de los últimos cien años. La primera mitad de siglo XX fue testimonio de un au­téntico culto a Sade, como una voz de resistencia y un referente para los debates sobre la libertad y el mal. La segunda mitad popularizó su figura, aprovechando su papel polémico para explorar los límites de la represen­tación del erotismo, a la vez que contribuía a la liberación de las prácticas sexuales no normativas, como el BDSM. En el siglo XXI, las referencias sadianas han formado parte de las reflexiones sobre las categorías de género y han sido invocadas por artistas e intelectuales queer.

El recorrido va desde la celebración del autor por parte de algunas figuras fundamentales de las vanguar­dias (Guillaume Apollinaire, Georges Bataille, Salvador Dalí, Toyen y Man Ray, entre otros) y la visión crítica de Pier Paolo Pasolini, hasta reflexiones de artistas con­temporáneos que hablan de la libertad de expresión, la transmutación de los roles de género, la institucionaliza­ción del terror y el papel de la imaginación pornográfica en la sociedad de consumo. La exposición cuenta con documentación de las performances históricas de Jean Benoît y Jean-Jacques Lebel, proyectos fotográficos como los de Marcelo Brodsky, Robert Mapplethorpe, Pierre Molinier y Susan Meiselas, además de literatu­ra, cine, cómics y vídeos de entrevistas con filósofos e investigadores. Instalaciones de artistas como Laia Abril (On Rape, 2020), Paul Chan (Sade for Sade’s Sake, 2009), Shu Lea Cheang (Sade X, 2019), Teresa Margolles (PM 2010, 2012), Joan Morey (Gritos & Susurros, 2009) y Kara Walker (8 Possible Beginnings, or: The Creation of African-America, 2005) conviven en la muestra con nuevas producciones a cargo de Joan Fontcuberta, Domestic Data Streamers y la puesta en escena, filmada, de un fragmento de la obra Le retour de Sade, de Bernard Noël (dirigida por Guillem Sánchez Garcia e interpretada por Clàudia Abellán y Joel Cojal).