Vergüenza y transgresión

A lo largo de la historia, la vergüenza ha sido un mecanismo habitual de regulación y coerción social y moral. Una posible excepción a esta tendencia ha sido la aristocracia, que a menudo ha vivido de espaldas a las convenciones, en una especie de burbuja donde las reglas y la presión social eran inexistentes, hasta que la moral burguesa empezó a fiscalizar a las élites. Tratando de vivir como un aristócrata entre pequeños burgueses, Sade es un personaje que no parece experimentar vergüenza, pero sufre los efectos de la moral de su tiempo de forma directa, con encarcelamientos, persecuciones y ostracismo. Tanto en la Francia prerrevolucionaria como en la posrevolucionaria, su voluntad transgresora fue castigada de modo ejemplar. Tomando a Sade como punto de partida, en este itinerario por la exposición nos preguntaremos por la función de la vergüenza y la transgresión en la sociedad actual, así como por sus efectos en la esfera del arte y la creación. ¿Seguimos viviendo, aunque no nos demos cuenta, en culturas de la vergüenza?