Pantallas. Los jóvenes y los selfies

Las exposiciones «La máscara nunca miente nunca» y «Francesc Tosquelles», son el contexto para proponer una nueva edición de Bioscopi, una línea de trabajo del CCCB permanente con la comunidad educativa (escuelas, institutos, entidades socioeducativas, familias,..) para explorar el mundo que nos rodea utilizando los recursos y técnicas de la animación. Esta edición, «Antiselfies», propone trabajar los temas de la identidad y la autorrepresentación, a partir de dos propuestas: con alumnos de primaria vamos a construir tres máscaras para ser conscientes de nuestra identidad dinámica e interactiva; y con alumnos de secundaria y bachillerato observaremos nuestras máscaras digitales a través de las selfies, para poder desenmascararnos creando una nueva autorrepresentación más auténtica y original.

Estructura de la formación:

18.00 - 19.00. Marco teórico: Liliana Arroyo

La identidad personal es el conjunto de características propias que permiten que una persona reconozca su singularidad y se perciba como una persona diferente de las que le rodean.

La identidad no es fija ni predeterminada, sino un proceso de construcción que se inicia en la niñez, cuando tomamos conciencia del yo; se intensifica en la adolescencia y se consolida en la adultez. Este proceso está ampliamente influido por factores individuales y sociales. En definitiva, la identidad es subjetiva, dinámica e interactiva. Depende del autoconcepto y de las diferentes formas que tenemos de representarnos frente al resto, pero es en la interacción y con la mirada externa que acabamos de configurarnos. La identidad es pues un elemento individual y social a la vez.

En el entorno digital, la selfie es una unidad de construcción de identidad. Por lo general, nos referimos a las selfies cuando hablamos de autorretratos fotográficos que nos hacemos con una cámara o dispositivo digital. En un solo gesto nos convertimos en objeto y sujeto, y el auge de las selfies se debe principalmente a la explosión de las redes sociales y de los teléfonos inteligentes. De hecho, las selfies se han convertido en una prueba irrefutable de existencia digital. Desde este punto de vista, podríamos decir que una selfie está completa cuando recibimos el último comentario. Son en realidad un acto social, porque si se quedan en la galería de fotos sin colgar, no nos permiten reivindicar nuestra identidad en ese lugar y ese instante. Dicho de otro modo, ¿una selfie es realmente una selfie si no sale de nuestro móvil?

19.00 – 19.15. Turno de palabra

19.15 - 19.45. Presentación de la nueva propuesta de Bioscopi: Antiselfies: Martina Rogers.

A partir de estas reflexiones, esta tercera edición de Bioscopi propone la animación como una herramienta para salir de los estereotipos de representación a los que estamos acostumbrados a través de las plataformas digitales, donde predominan unas imágenes con códigos estéticos muy concretos; y lo hace a partir de dos propuestas:

Modalidad Primaria. Una suma de máscaras.

Nos pondremos y sacaremos las máscaras para abrir nuestro sentido de la identidad como sujetos en constante desarrollo.

Para presentarnos al mundo utilizamos diferentes máscaras: “Yo soy hijo/ hija de...”, “Yo soy alumna de l escuela...”, “Yo soy de...”. En función de circunstancias y contextos diversos nos mostramos de forma diferente: no nos comportamos igual en la escuela que en casa, con los amigos o con la familia. Cada uno de nosotros desplegamos diferentes “yos” y somos una suma de todas estas caras que mostramos.

La identidad es interactiva y necesitamos representarla, por eso crearemos un invento que nos permita revelar y elaborar 3 máscaras que nos representen en tres ámbitos distintos de nuestra vida. ¿Cómo haríamos una máscara que nos represente cuando estamos solos, con los amigos o en el colegio? A partir de ahí crearemos un retrato animado con la técnica del stop motion.

Modalitat Secundaria y Bachillerato. Quitarnos la máscara.

Nos haremos antiselfies utilizando herramientas plásticas para representarnos de una forma diferente y original.

¿Cuántas veces durante el día capturamos nuestra imagen? ¿Cómo son estas imágenes? ¿Qué es una selfie? ¿Lo sigue siendo si no la publicamos? ¿En qué plataformas compartimos estos retratos? ¿Somos en la medida en que nos mostramos?

La selfie es una exposición de nuestra propia imagen, cumple con una función social y nos permite construir y experimentar nuestra propia identidad. Estas imágenes siempre están condicionadas por la mirada y la reacción del otro porque cuando las compartimos, nos exponemos a la respuesta afectiva de nuestra comunidad de usuarios y usuarias. Pertenecemos en la medida en que las otras miradas nos reconocen. Esto seguramente hace que la autorrepresentación que hagamos de nosotros mismos busque proyectar una identidad atractiva que cumpla con la aprobación de aquellos que nos observan. Así pues, ¿cuáles son estas garantías de éxito? ¿Existen normas no escritas en el mundo de la selfie? ¿Nos sentimos condicionados o presionados para representarnos de una forma u otra? ¿Qué papel tienen los filtros y las máscaras digitales?

Ante todas estas preguntas, esta actividad invita a construir una "antiselfie" para representarnos de una forma diferente y original. Estas nuevas identidades que capturaremos, les daremos movimiento a través de la técnica Stop-Motion y formarán parte de FaceTrue, una nueva red social que nos permite desenmarcarnos colectivamente y mostrar nuevos yos que hasta ahora han permanecido ocultos.