El Último Vecino
El Último Vecino, cuyo nombre ya retiene ecos de uno de sus grupos fetiche (El Último de la Fila), no se entiende sin una palabra: obsesión. Obsesivos son sus ritmos machacones, pero también unas letras en las que determinadas palabras («asustado», «perdido») se repiten una y otra vez. Con una pericia absoluta para las melodías tarareables con ropajes algo oscuros, representan la mejor actualización de muchos de los mejores grupos de los ochenta, de New Order o The Smiths a Golpes Bajos o Décima Víctima. Después de experimentar con cintas de casette abandonadas en bosques (para buscar un sonido aún más especial), han editado su disco (homónimo) de debut, un éxito instantáneo en el circuito independiente nacional.
Actualización: 3 abril 2014