Ramón Andrés

La música hace del hombre un ser comunicante, capaz de decir «yo» pero también «nosotros». Ya en la ritualidad primitiva, la música era un vehículo para promover la cohesión colectiva, ya fuera a través de ceremonias mágicas, ya fuera para invocar el mundo de los difuntos. La música es un conjuro para combatir la desazón de lo común destino humano: con ella, los primeros hombres quisieron tener noticia de lo desconocido, descifrar el cielo, acercarse a los misterios, en secreto. ¿Y hoy? ¿Cuál es la función que juega la música en común, en la comunidad?

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4 febrero 2013