David Casacuberta

Los macrodatos (big data) y la inteligencia artificial permiten automatizar la toma de decisiones sobre cuestiones que hasta ahora tomábamos los humanos. El problema de utilizar algoritmos basados en el aprendizaje automático es que, si estos sistemas se alimentan con bases de datos que contienen los sesgos racistas, xenófobos y sexistas que existen en nuestra sociedad, los algoritmos acabarán perpetuándolos y amplificándolos. ¿Cómo podemos evitarlo y garantizar que tomen decisiones justas y éticas? ¿Sobre quién recae esta responsabilidad? ¿Qué consecuencias provocan a nivel social?

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5 julio 2018