Animales humanos

Nuestra consideración de los animales ha iniciado un profundo proceso de cambio. En los últimos años, las ciencias experimentales no han dejado de acumular evidencias que demuestran que compartimos con otras especies una herencia común y extremadamente rica, y que las diferencias con los demás animales son más de grado que de clase. Sabemos ya que los humanos no somos los únicos que podemos sentir amor, compasión o envidia, ni los únicos con conciencia o capaces de sentir empatía e inferir los pensamientos y las emociones de los demás. Sin embargo, y a pesar de que ya no podemos seguir viendo a los animales no humanos como seres aislados de nosotros, como objetos sin autonomía o ajenos a nuestra condición, los animales siguen hoy al margen de nuestra comunidad moral. Nuestra relación con ellos sigue siendo sobre todo una relación de uso, dominio y explotación a la que casi no hemos puesto límites. ¿Qué dice esto de nuestra humanidad? ¿Cómo podemos cuidar de esta alteridad última que encarnan los animales? ¿Cómo afectaría a la condición humana otorgar a los animales un estatus y unos derechos similares a los nuestros? En un planeta gravemente dañado por nuestras acciones, en el que peligra incluso nuestra supervivencia como especie, es urgente repensar de modo radical nuestra relación con la naturaleza, incluida nuestra consideración de las demás especies animales que nos acompañan.

Esta actividad se enmarca en la Bienal de Pensamiento Ciudad Abierta.