A solas como un pintor
Programa Xcèntric febrero - marzo 2008
Audiovisuales
Andreas Wutz y Carles Guerra recuperan la figura de Peter Weiss, que además de cineasta fue escritor y pintor, y destacan el importante papel que ugó en el cine experimental y documental de la segunda mitad del siglo XX. Este artículo fue escrito para el programa de mano de Xcèntric de febrero - marzo de 2008.
Programar las películas de Peter Weiss (1918-1982) en un momento de gran entusiasmo en relación con las prácticas documentales puede resultar instructivo. Sobre todo cuando el tono surrealista de la mayoría de sus experimentos fílmicos parece ir a contrapelo de una estética empírica, de contacto inmediato con la realidad. No obstante, la intención de Peter Weiss en los años cincuenta giraba en torno a conciliar la tradición del cine de vanguardia con la observación de la nueva sociedad surgida a raíz de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, acabará siendo el representante de un sentido bastante generalizado del documental. Sus obras de teatro se ganarán el apelativo de «teatro documental». Así pues, la producción teatral y literaria que seguirá después de aquella década dedicada al cine dará lugar a una obra cuyo rasgo principal es una obsesiva duplicación de rasgos, hechos, fechas y frases extraídas de la realidad. Quien haya leído La estética de la resistencia, la última novela que escribió, sabrá de qué estamos hablando. Peter Weiss desborda la definición de la práctica documental hasta el punto en que es imposible articular la síntesis del relato que tenemos entre manos. Eso, aunque suena a fracaso, es el reto que representa la estética de este autor, que fue pintor, cineasta y escritor.
Su cine está justo en medio de este proceso. Es experimental porque, visto en retrospectiva, significó una transición entre la pintura y la literatura. Es lo que podríamos llamar un «cine sacrificado» para poder resolver las contradicciones que se viven en el mundo del arte y la intelectualidad de la guerra fría.
A Peter Weiss se le conoce, sobre todo, por la famosa obra de teatro sobre la Revolución Francesa, Marat/Sade (1965) y por La estética de la resistencia (1975-1979), la macronovela en tres partes que recorre el movimiento obrero de la Europa de antes de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, Weiss, muy influenciado por Luis Buñuel y Jean Vigo, también produjo estudios fílmicos, documentales de corta duración y un largometraje de ficción. En 1952, cuando ingresó en el Svensk Experimentfilmstudio, una cooperativa fundada por un pequeño grupo de artistas e intelectuales de Estocolmo, comenzó a trabajar en sus primeros filmes de carácter experimental, Estudios I-V, que alternaba con la escritura de la micronovela La sombra del cuerpo del cochero. La segunda película de esta serie, Studie II (Alucinaciones), se refiere en cada una de sus secuencias a una serie paralela de dibujos surrealistas; asimismo, el largometraje Hägringren (El desaparecido) (1959) se desarrolla a partir de una novela autoeditada por el propio Peter Weiss, Dokument I. Sin embargo, el cine documental parecía ofrecerle nuevas posibilidades, algo que se nota cuando escribe comentarios de Tierra sin pan, de Buñuel. De manera que el cine surrealista experimental tendrá continuidad con la práctica documental en trabajos como Ansikten i skugga (Rostros en la sombra) (1956) y Enligt lag (Según la ley) (1957).
Una entrevista con Peter Weiss hecha por Harun Farocki en el año 1979, después de que se publicara el tercer volumen de La estética de la resistencia, prologa esta introducción en el cine de este autor casi desconocido entre nosotros. La conversación entre estos dos autores ejemplifica una transmisión de intereses poco conocida en el cine experimental europeo, ya que la herencia de Peter Weiss pasó a un plano muy discreto durante los años ochenta. Si ahora lo recuperamos es porque, de nuevo, nos enfrentamos a la necesidad de articular la representación de un mundo global que nos facilita el acceso a datos visuales de aquí y de allí, sin que tengamos claro cómo relacionar tanta información. Por si sirve de ejemplo, aunque la abrumadora escala de las últimas obras de Peter Weiss parece haber exigido una metodología de investigación en equipo, a la manera de Bertold Brecht, la obra de Peter Weiss sigue siendo el trabajo de un individuo que afronta a solas un reto cuantitativo, como un pintor en su estudio.
Andreas Wutz y Carles Guerra
Participantes: Carles Guerra, Andreas Wutz