Exposición
Memoria de un espejismo
Los Pegasos deportivos y de competición de los años cincuenta
En dicha muestra se podran ver once de los coches deportivos y de competición Pegaso, realizados por el ingeniero barcelonés Wifredo Ricart, durante los años cincuenta. Años de posguerra en los que una España destrozada ofrecía al mundo la imagen de un país rural, atrasado tanto a nivel económico como industrial y cultural. En este contexto tan poco propicio, surgieron, a pesar de todo, los Pegasos deportivos Z-102 y Z-103, unos magníficos automóviles con un diseño, una tecnología y una calidad industrial impensables para su época. La exposición hará hincapié en la vertiente inaudita de esa historia y la confrontará con la coyuntura social, económica y política de la España de la postguerra.
Mientras el retraso social, económico y político de aquella España de la postguerra se materializaba en la figura sin rostro de Polil, la firma automovilística Pegaso producía el contrapunto de esta realidad gris e impaciente de los años 50: unos automóviles deportivos y de competición, diseñados por Wifredo Ricart, que destacaban por su altísimo nivel de diseño y tecnología, en pleno infierno franquista.
Los Pegaso Z-102 representaron un laboratorio tecnológico de calidad en un intento de conferirle dinamismo a una producción automovilística incipiente. Una utopía que se convirtió en realidad en poco menos de 100 ejemplares, antes de que el gobierno decidiese detener la producción y concentrar sus esfuerzos en la promoción del Congreso Eucarístico.
Comisariado: Francesc Torres