Actividad

sábado 17 mayo, 12:00

A través del espejo

Sesión matinal de Xcèntric para todos los públicos (+6)

Entrar en el reino de los sueños es fundamental para despertar nuestra imaginación y comprensión. O al menos así lo creían magos y chamanes antaño y psicoanalistas y ciertos creadores hoy. Švankmajer siempre había querido crear una película donde sueño y vigilia se mezclasen de tal manera que al final fuese imposible distinguirlos. «Para ver, cierra los ojos», dice el personaje de Alicia en su primer y celebrado largometraje, una Alicia que está en las antípodas de Disney pero muy cercana al texto original por su libertad expresiva y sus imágenes evocadoras, que nos remiten de manera simple y directa a sentimientos y miedos infantiles. Švankmajer eligió a Carroll para su primer largometraje, aunque antes ya había explorado su universo en los cortometrajes Jabberwocky y En el sótano, este último considerado por el autor checo su film más personal. El sueño como puerta a otra realidad fue utilizado también, y a menudo, por Starewitch, y en muchos de sus films, como en La Voix du rossignol, la niña protagonista accede a la fantasía a través del sueño. El estado de ensoñación es también motivo recurrente en la obra de los hermanos Quay y de nuevo abre una puerta a un mundo donde lo extraordinario es la norma.

Stille Nacht I: Dramolet, hermanos Quay, 1988, 1 min; La Voix du rossignol, L. Starewitch, 1923, vídeo, 13 min; N?co z Alenky (Alicia), J. Švankmajer, 1987, 35 mm, 84 min.