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Exposición

Iluminaciones. Cataluña visionaria

«De vez en cuando, el seny catalán cierra los ojos y deja hacer»
Nicolau M. Rubió i Tudurí
(Prólogo de Viatges d’Alí Bei, 1932)

La muestra,  comisariada por la historiadora y crítica de arte Pilar Parcerisas, es un recorrido por las iluminaciones que han conformado la visión de la Cataluña moderna desde la época remota de Ramon Llull hasta hoy y se ilustran mediante el arte que une pensamiento y creación, intelecto y acción, convocando una amplia presencia de creadores contemporáneos cuyo trabajo entronca con este imaginario simbólico de tramado a lo largo del tiempo.

La aventura cultural y artística de Cataluña ha estado marcada por una mirada utópica y pragmática al mismo tiempo, que ha abierto las puertas de la modernidad, desde el pensamiento y la acción, en un ir y venir de norte a sur, de este a oeste. Cruce de expansiones y reducciones, de energías centrífugas y centrípetas, ha sido un país avanzado gracias a la intuición y a la visión de sus individualidades.

Abierta a las corrientes de pensamiento europeo y a la penetración de las nuevas ideologías revolucionarias, Cataluña ha crecido por el camino de las utopías y de la transformación social, lo que ha dado fuerza a unas individualidades creadoras de presencia universal.

En «Iluminaciones» conviven pasado y presente, lo local con lo universal, lo genuino con lo foráneo y se refuerzan las relaciones culturales nortesur/ este-oeste y los vínculos con la Europa visionaria.

La exposición apunta a una geografía de sensibilidades y una constelación visual que ilustran el imaginario creador, alejadas del relato histórico o académico.

Una exposición acerca de los iluminados y los alocados, cuyo legado ha abierto las puertas de la modernidad en Cataluña a lo largo de ocho siglos.

La exposición, con el diseño del arquitecto Lluís Pau, contiene 800 obras de arte y de ciencia. Algunos ámbitos de la muestra se completan con una instalación de un artista contemporáneo cuyo trabajo guarda relación con la temática y el pensamiento que lo han originado.

Comisariado: Pilar Parcerisas

Estructurada en trece ámbitos temáticos encabezados por las letras de la palabra Iluminaciones en catalán, IL·LUMINACIONS (letras que, al mismo tiempo, invocan cada una de ellas una expresión latina), opta por un trayecto temático y no cronológico.

IMAGO MUNDI. La herencia simbólica
LUX. Utopías y utopistas
LOCUS SOLUS. Lugares del espíritu
UT PICTURA POESIS. Paisaje, alma y naturaleza
MATER CIVITAS. La ciudad como matriz
INCIPIT TRAGOEDIA. Premoniciones y gritos de guerra
NATURA NATURATA. Maquinismo poético y lúdico
AURAE. Paisajes metafísicos
CREATIO MENTIS. El mundo de la mente
ITA EST. La vida imaginaria del objeto
OPUS SCIENTIFICUM. Ciencia y arte
NUMEN. Mística contemporánea
SINGULARIA. Identidad, transcultura y género


IMAGO MUNDI. La herencia simbólica

Existe una Cataluña que invoca el mito, lo maravilloso y lo insólito como explicación global o imagen del mundo. Todo un imaginario simbólico que, a la manera de un inconsciente colectivo, ha adoptado varias formas en cada momento del tiempo: una tradición que entronca sagrado y profano, primitivismo pagano e iconografía religiosa, cabalística y cartografía, iluminismo y alquimia, viaje y descubrimiento, premoniciones trágicas y dones de fe expresados en el exvoto. Poética y arte: de la simbólica premedieval a lo contemporáneo visual. De Ramon Llull a Antoni Tàpies, de Abraham Cresques a Joan Fontcuberta, de Arnau de Vilanova a Francis Picabia.


LUX. Utopías y utopistas

Este capítulo rastrea la acción y las publicaciones de asociaciones y fraternidades de activistas visionarios e ideólogos de un nuevo mundo. Resulta innegable la huella del socialismo utópico en el Ensanche de Barcelona de Ildefons Cerdà, a quien no le costó ver la ciudad futura con el fin de esponjar la demografía e implementar la vida de quienes la habitan. Entre los utopistas, Narcís Monturiol, que inventó el submarino para mejorar las condiciones de vida de los coraleros; Anselm Clavé, que unió música y conciencia de clase, y Josep de Letamendi, médico que quiso fusionar racionalidad científica y vida. La Barcelona de la segunda mitad del siglo XIX congregó todas las variantes del utopismo: anarquismo, masonería, teosofía, feminismo, espiritismo, naturismo y otros sistemas societarios que trabajaban para llevar la utopía al orden de lo posible.


LOCUS SOLUS. Lugares del espíritu

Tenebristas, crepusculares, demoníacos y otros habitantes de la oscuridad. La concepción del mundo como misterio rige el ideal simbolista. Contra el positivismo y el espíritu científico moderno, el gusto simbolista propone el cosmos como misterio y la intuición como vía de acceso a la verdad. Con el modernismo, la Cataluña visionaria toca techo: el arte pacta con la naturaleza y el creador se postula como médium. Un pacto de gran crédito creativo. Crecen así las narrativas irreductibles y las invocaciones pictóricas y fotográficas de la alteridad anómala. Y junto con el ideal simbolista, el visionario moderno activa asimismo a los wagnerianos perseguidores de la quimera del arte total y la creación polimorfa.

En ese delirio de la forma aplicada a la vida, Antoni Gaudí ocupa un lugar destacado. Gaudí y la fértil vía que su arquitectura orgánica abrió en sus contemporáneos y en creadores posteriores como Salvador Dalí, el primero en recuperarlo. Arquitectura y sueño, morfología y estructura, ciudad y naturaleza, binomio múltiple que halla su paralelo en el pensamiento orgánico de Francesc Pujols y en las morfologías gaudinianas de escultores contemporáneos.


UT PICTURA POESIS. Paisaje, alma y naturaleza

Montseny, Montserrat, Canigó, referentes físicos tangibles y topografías míticas en la construcción de la identidad. El siglo XIX se enamora del paisaje y lo convierte en un topos recurrente en la literatura y en la pintura. La sensibilidad finisecular se obsesiona con las grutas, santuarios, leyendas, posesiones, cuevas y lagos, construyendo una mítica nostálgica de una naturaleza originaria. Si la identidad moderna se articula en el proyecto social, también lo hace a partir de un relato de los orígenes y de una mística de la patria.

Esotérico y ocultista, oscuro y telúrico, el romántico apuesta por el drama de lo intangible. Visionario entre visionarios, el suyo es un mundo de cumbres que hablan y voces que sólo los poetas transcriben, Jacint Verdaguer el primero. En los valles cerrados de los Pirineos y en las geografías convulsas de la Atlántida, crece una nueva idea de patria. Y en la tradición de Verdaguer, Perejaume, Josep M. Xiró, Joaquim Mir o Nicolau Raurich.

 

MATER CIVITAS. La ciudad como matriz

Civitas era la publicación de la Ciudad Jardín, sociedad fundada en Barcelona en 1912 para difundir la construcción cívica de la ciudad. Y es que el ideal de ciudad ha formado parte del proyecto social moderno de una forma axial y vertebradora. Quien habla de ciudad, habla de civilidad, madre y matriz, comunidad, educación, salubridad. De cómo el sustrato del pensamiento heterodoxo ha dejado como herencias varias concepciones de la ciudad de Barcelona y del territorio de Cataluña.

La Cataluña moderna se ha articulado en buena parte en el argumentario de la ciudad posible. Un argumentario que ha sido mucho más amplio y plural que su concreción física y real. Ciudad jardín, aspiración contraria al artificio; ciudad futura, predicción de la ciudad futurista y tecnológica de hoy; ciudad espectáculo, teatralizada y luminosa; ciudad funcional, máquina de habitar que potencia al individuo; ciudad ecológica, que proyecta islas verdes; ciudad naïf, la de la autoconstrucción instintiva, y la ciudad de las nuevas utopías, que busca otras formas de habitar en la ciudad global.

En este ámbito encontraremos, entre otros, los nombres de Josep Lluís Sert, los miembros del GATPAC o Jordi Colomer.


INCIPIT TRAGOEDIA. Premoniciones y gritos de guerra

La iconografía de la guerra se inicia con los hechos de octubre de 1934, año en que André Masson se instala en Tossa, donde convoca a Georges Bataille, Henry Michaux, Dora Maar y otros condensadores del imaginario contemporáneo del mal. La visión de Masson en la montaña de Montserrat, recogida en su dietario, ilustra la revista surrealista Minotaure. Bataille, a su vez, recoge su estancia en la Barcelona republicana en el texto Le bleu du ciel (editado en 1957). Es en Tossa donde Masson y Bataille trabajan el proyecto Acéphale. En 1934, Dalí inicia la serie de sus premoniciones de guerra: aparte del cuadro, los estudios preparatorios son de una crudeza extrema. Existe un informal terrorífico, un imaginario propio del siglo XX que en Cataluña, donde se percibía como en ningún otro lugar el clima de preguerra español y europeo, se manifiesta antes de 1936.


NATURA NATURATA. Maquinismo poético y lúdico

La audacia de creer en el futuro a menudo ha supuesto la fascinación por la máquina, una constante en el imaginario futurista del siglo XX. En el paso de la naturaleza a la máquina, ésta adopta vida propia y toma el lugar de la naturaleza: mundo producido o criatura creada. Y así, existe un maquinismo estético y una vanguardia plástica maquinista como un nuevo modelo de representación que desea desplazar el viejo patrón naturalista. El espíritu dadá se proyecta como una dimensión lúdica del arte y la vida. La poesía experimenta con el poder multiplicador de la palabra polimórfica y el dédalo del alfabeto. El juego se abre como un nuevo espacio de verdadera construcción mental. Y el artefacto virtual se articula como una extensión infinita y borgiana de la mente, el conocimiento y los sistemas de la información.

Joaquim Torres-Garcia, Joan Salvat-Papasseit o Leandre Cristòfol son algunos de los iluminados fascinados por las máquinas.


AURAE. Paisajes metafísicos

Para los griegos, a quienes debemos la palabra, el aura era un aire o una brisa que rodeaba a los seres vivos. Como diríamos hoy en día, un campo electromagnético o de radiación invisible. En Cataluña ha tenido una larga y rica representación visual. El surrealismo se acercó a ella con sus iconografías líquidas y los escenarios oníricos: Remedios Varo, Salvador Dalí, Joan Massanet... Otros capturaron lo que tiene de estructura: las rocas metamórficas del cabo de Creus fotografiadas por Man Ray y objetualizadas por J. V. Foix en sus poemas de piedra. Más adelante, y ya en el paradigma de lo conceptual, las aproximaciones metafísicas a la idea de paisaje alcanzan la deconstrucción de sus elementos matéricos (Pere Noguera), lingüísticos (Joan Brossa), simbólicos (Antoni Tàpies), cartográficos (Àngels Ribé) y corpóreos o sensoriales (Fina Miralles). Marcel Duchamp resolvió en el paraje de la cascada de Les Escaules la esencia metafísica de la obra Étant donnés, su último enigma.


CREATIO MENTIS. El mundo de la mente

Más allá de la propia ortodoxia surrealista inspirada en Freud, los surrealistas desplegaron la paranoia y el éxtasis, el automatismo inconsciente y las realidades asociadas, dobles imágenes y visiones hipganógicas, dibujos a dos y tres manos, oráculos visuales y sueños pintados. Con creadores como Josep Maria de Sucre, que atestiguan el dolor colectivo del siglo XX, y con grupos como Dau al Set, que, en la década de los cuarenta, en plena posguerra, indagan en la nocturnidad onírica y la irreductible lógica oracular, se llega a la subjetividad en estado puro. Los seres invocadores y místicos de Antoni Tàpies, las figuras metamórficas de Joan Ponç, la alquimia secreta de Modest Cuixart y Juan Eduardo Cirlot son paradigma de ello. Un mundo de oráculos, sueños y médiums inspirado por el miedo, evocada por Perucho en sus novelas. El instinto creativo de los años setenta también navegó por vías mentales y psicodélicas creadoras de mundos únicos como el de Zush/Evru, mientras que el Dr. Sarró, desde la práctica clínica, potenciaba en sus enfermos, y por la vía de la imagen libre, el inconsciente creador.



ITA EST. La vida imaginaria del objeto

¡Así es!... dice el mago al objeto. A finales del XIX lo llamaban física recreativa. Después, surrealismo. Y más adelante, poesía visual, poemas objeto y vanguardia conceptual. El empleo imaginario del objeto recoge una larda tradición de la cultura popular. Confrontar lo que es con la pura posibilidad, el objeto real con su funcionamiento simbólico, lo cotidiano con la fantasía, lo lúdico y lo grotesco, lo irreverente y lo fantasioso, la inventiva y la crítica... ¡Sea, pues!... Y el objeto es.

Sólo hay que observar las señales de tiendas y de oficios que llenaban las calles de las ciudades del país hasta no hace mucho. Paraguas que tomaban vida, animales humanizados y objetos del día a día convertidos en seres de gran inventiva. Joan Brossa, con sus poemas objeto, ha sido un gran maestro en recoger ese gusto popular por el objeto animado y el alma del objeto. En la estela abierta por Brossa, Jordi Pablo ha sido uno de los artistas que ha unido el uso cotidiano del objeto y el arte conceptual.


OPUS SCIENTIFICUM. Ciencia y arte

Salvador Dalí se interesó por la ciencia. Amigo del matemático René Thom, creador de la moderna teoría de las catástrofes, se apasionó por la genética, en concreto por el ADN y su estructura. Los ensayos científicos de su biblioteca personal (más de cien) están repletos de anotaciones y dibujos reflejados en su pintura. Amigo de Dalí y de Francesc Pujols, Alexandre Deulofeu también entendió que el relato de la especialización que fragmenta y parcela la realidad es falso. Farmacéutico de oficio, su teoría matemática de la historia aplica la numerología y las proporciones matemáticas a un ámbito tan imprevisible como la historia de las civilizaciones y la vida humana. El bioquímico leridano Joan Oró a menudo ha citado a Dalí en sus intervenciones públicas. ¿Existe una mirada propiamente científica? ¿Son tan diferentes la alquimia medieval y las nuevas teorías del azar y el caos surgidas en el siglo XX? ¿Dominar la materia? ¿Dar vida a una existencia invisible? Ciencia y arte, un binomio inseparable.

 

NUMEN. Mística contemporánea

La mística contiene una extraña dialéctica: consiste en un estado de carencia que al mismo tiempo es plenitud, actúa por vaciado, pero al mismo tiempo es una vía de acceso a nuevas realidades o nuevos estados. Y así, el silencio místico se convierte en un estado conector, un lugar de tránsito y de transformación.

La ciudad de Manresa se conoce en todo el mundo por la estancia que realizó en ella Ignacio de Loyola en el siglo XVI, donde redactó el Libro de Ejercicios Espirituales. Pero Manresa también se conoce por la acción que el artista Joseph Beuys llevó a cabo en la galería Schmela de Düsseldorf en 1966: la acción Manresa. Una acción en la estela del arte fluxus de los años sesenta del siglo XX, que mezclaba música, performance y acción social. La acción Manresa fusiona geografía, toponimia, espiritualidad, revulsivo de energía renovadora y una opción estética radical que une arte y vida. El 4 de noviembre de 1994, los dos artistas colaboradores de Beuys en 1966, el compositor Henning Christiansen y el escultor Björn Nörgaard, fueron invitados a realizar una ampliación in situ: la acción Manresa Hauptbahnof (Manresa-Estación Central), que unía de nuevo revolución espiritual y plástica social.


SINGULARIA. Identidad, transcultura y género

En el mundo global, en la Europa sin fronteras, buena parte del pensamiento y el arte contemporáneos se han articulado como una reflexión acerca de la identidad. Identidad y cuerpo, identidad y género, identidad y lugar en el discurso, identidad y mestizaje, identidad y alteridad... Es el múltiple singular o el singular identitario.

Antoni Miralda realiza una aproximación de ironía antropológica al discurso de la transcultura con Honeymoon (1986-1992), donde propone un vínculo entre dos monumentos que son símbolo de conquista y libertad, el de Colón en Barcelona y el de la Estatua de la Libertad en Nueva York.

Ben Vautier, desde su Internationale Ethniste lanzada en 1969, no ha dejado de vindicar la revolución desde las culturas y lenguas independientes y minoritarias de pueblos sin estado.

Las disidencias de género se han expresado a menudo por la vía del cuerpo. Cataluña ha tenido una densa constelación de artistas que han indagado en la representación del cuerpo para denunciar los mecanismos de poder (Eulàlia), vincularlo a la fuerza telúrica (Fina Miralles), someterlo a la condición de la mirada (Eulàlia Valldosera) o encarcelarlo en el lugar de la paradoja (Àngels Ribé).

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Reportaje exposición «Iluminaciones. Cataluña visionaria»

La muestra es un recorrido temático por las iluminaciones que han conformado la visión de la Cataluña moderna des de la época de Ramon Llull hasta hoy. Se ilustran a través del arte que une pensamiento y creación; intelecto y acción.

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Cataluña visionaria

Destellos de genio

El espíritu alocado y visionario

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