5 Agost, 2008

Juan Francisco Ferré, escritor

A estas alturas, todo el mundo debería saberlo: J. G. Ballard es, desde hace por lo menos tres décadas, el cronista patológico de los males de la sociedad de consumo y el estado del bienestar. Autor de novelas deslumbrantes como La exhibición de atrocidades y Crash, en las que explora hasta el límite las derivas y experimentos terminales del mundo contemporáneo, Ballard es el más perspicaz analista narrativo del genuino malestar de la condición postmoderna, un ingenioso observador del presente en todas sus dimensiones, anomalías y perversiones. Sus malsanos diagnósticos son los de un patólogo experimentado que hubiera padecido con antelación, como exigía Nietzsche al artista moderno, las mismas sicopatologías sintomáticas que tan obsesiva y compulsivamente describe en cada una de sus ficciones con agudeza clínica.

Por si fuera poco, Ballard es el poeta contemporáneo de la entropía global, el cronista de la decadencia molecular, el forense desengañado del futuro tecnológico. Si a los artistas pop y a los hiperrealistas les ha seducido siempre la fachada publicitaria de la realidad, el lado luminoso y artificial de las cosas, a Ballard, un híbrido de sensibilidad surrealista e inteligencia científica, lo que le atrae es ese momento crítico en que la realidad revela su fatiga ontológica y comienza a mostrar las primeras grietas y fisuras microscópicas, en que el tiempo se enreda sobre sí mismo para volver al pasado o detenerse como un cristal en una forma muerta, en que el espacio parece dilatarse como si fuera virtual o blando y el reloj biológico se acelera o ralentiza para precipitar la destrucción del mundo y los seres que lo habitan.

Todo esto convierte a Ballard en un experimentador terminal.

Juan Francisco Ferré es escritor, autor de libros como “I love You Sade”, “La fiesta del asno” y “Metamorfosis”. Es uno de los co-editores del libro “Mutantes, narrativa española de última generación”.

The Atrocity Exhibition. Doubleday. Ejemplar de la edición americana de la obra más polémica de Ballard, que fue censurada y guillotinada por su editor antes de distribuirse en el mercado.